Hace años, Gonzalo (un excelente jefe que tuve) del que aprendí mucho, me enseñó una palabra que me ha acompañado desde entonces: Ensender.
Para él, enseñar era la mejor manera de aprender.
Cuando nos ponemos a enseñar, no solo compartimos nuestros conocimientos, sino que también nos adentramos en un proceso de aprendizaje continuo.
Cuando alguien quiere aprender algo, no hay mejor manera que ponerse a enseñar.
Esto puede sonar contradictorio, pero es una verdad innegable.
Al enseñar, no solo transmitimos conocimientos a los demás, sino que también afianzamos nuestro propio aprendizaje.
Es como si estuviéramos encendiendo una chispa en nosotros mismos, una chispa que nos impulsa a seguir aprendiendo y creciendo.
Ensender implica estar presente, tanto en el rol de maestro como en el de estudiante.
Significa estar dispuesto a aprender de cada experiencia y cada interacción.
Es un compromiso constante con el crecimiento personal y profesional.
Ensender en la empresa
En tu propio negocio, esta idea puede ser revolucionaria.
Un buen líder no solo se limita a impartir órdenes o conocimientos, sino que está constantemente aprendiendo.
No se trata solo de adquirir nuevos conocimientos o mejorar el sistema de formación, sino de estar presente en el proceso de aprendizaje junto a los demás.
Imagina un entorno empresarial en el que cada jefe, cada mentor, cada líder, esté dispuesto a ensender junto a su equipo.
Donde la soberbia no tenga cabida y la humildad sea el valor principal.
En este entorno, todos estaríamos en constante crecimiento, abiertos a nuevas ideas y dispuestos a aprender de aquellos a quienes enseñamos.
Aplicando la teoría
Entonces, ¿cómo podemos aplicar el concepto de Ensender?
Es simple. En lugar de esperar a ser expertos en algo para enseñarlo, podemos comenzar a compartir nuestros conocimientos y experiencias desde el principio.
No importa qué tan pequeños sean nuestros logros, siempre hay alguien que puede beneficiarse de nuestra enseñanza.
Pero, ¿cómo aplicar esta idea en tu propia empresa? Aquí van algunas sugerencias:
- Fomenta la cultura del aprendizaje: Crea espacios y oportunidades para que tus colaboradores compartan sus conocimientos y experiencias. Anima a todos a ser tanto maestros como alumnos.
- Promueve la colaboración: Impulsa el trabajo en equipo y la colaboración entre diferentes áreas de la empresa. El intercambio de ideas y conocimientos enriquecerá a todos.
- Establece programas de mentoría: Asigna a cada empleado un mentor con experiencia en su área. El mentor no solo enseñará, sino que también aprenderá de la perspectiva única del mentorado.
- Invierte en formación continua: Proporciona a tus empleados oportunidades de desarrollo profesional, ya sea a través de que ellos mismos impartan cursos, talleres o conferencias. El aprendizaje constante es clave para el crecimiento individual y empresarial.
¿Cuál ha sido tu experiencia al enseñar a otros?
Comparte tu historia en los comentarios y reenvía este email a alguien que consideres un gran maestro.