¿Alguna vez has oído alguna de estas frases dirigidas a ti?
«Tu nombre, ¡despierta!»,
«Tu nombre, haz los deberes»
«Tu nombre, te quiero…»
Aunque puede que te hayan gustado más o menos dependiendo de la situación, lo que está claro es que llamar a alguien por su nombre es uno de los recursos más efectivos para llamar la atención y conectar con alguien.
Y si no recuerda cuando tu madre te lo decía al despertar, o cuando tenías que hacer algo, o cuando Penélope dijo el nombre de Pedro en los Óscar y cómo eso captó la atención de medio mundo.
El libro
En el famoso libro de Dale Carnegie, «Cómo ganar amigos e influir sobre las personas», se menciona que el nombre es la parte más dulce de la identidad de una persona y te anima a usarlo constantemente.
Usar el nombre de alguien es una herramienta muy poderosa para establecer relaciones efectivas y duraderas.
Experimento
Si quieres poner a prueba el mecanismo cerebral asociado a nuestro nombre, escoge un lugar ruidoso o con distracciones, y empieza a hablar de alguien y de repente di el nombre de alguien próximo, su cabeza y atención se volverán hacia ti como un imán, aunque este en otra habitación.
Presentaciones
A menudo, en eventos o cuando nos presentan a alguien, puede resultar difícil recordar los nombres de las personas, especialmente cuando nos presentan muchas de golpe.
Sin embargo, existen trucos que pueden ayudar como:
- Prestar mucha atención cuando te presentan a alguien y poner intención en ello.
- Repetir el nombre en voz alta, Hola Nombre; Gracias Nombre, Adiós Nombre…
- Asociarlo con algún aspecto característico y visualizarlo de forma llamativa, Pedro huele a …, Sara comprando en el Zara…
Emails
Incorporar el nombre en newsletters o correos electrónicos hace que la persona sienta una conexión y preste más atención.
Según algunos estudios, los correos electrónicos personalizados pueden aumentar las tasas de apertura en un 29%, y las tasas de clics en un 41% en comparación con los correos electrónicos que no se personalizan.
Esta misma semana un buen amigo y cliente me ha explicado que desde que usa más el nombre con sus pacientes, ha mejorado sus resultados en todos los ámbitos.
Úsalo
Entonces, si estás ofreciendo tus servicios, vendiendo algo o cerrando un trato, usar el nombre puede ayudarte a recordarlo, crear un vínculo emocional con los demás, mejorar la comunicación y fortalecer las relaciones, lo que, a su vez, puede llevarte a vender más.
¿Qué te parece si pruebas a utilizar el nombre en tus próximas interacciones y me cuentas cómo te va?
RAFEL LLEVAT .com · Executive Thinker