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RAFEL LLEVAT

Siguiendo el rastro del agua

Esta mañana, me ha llamado un vecino para que lo acompañara.

Me he puesto la peor ropa que tenía, unas sandalias viejas, una gorra gastada y me he presentado en su casa en unos minutos.

Nos hemos subido a su viejo coche lleno de polvo y después de cruzar varios caminos hemos llegado a su finca.

Mi vecino es una persona vital que tiene una filosofía de vida muy positiva:

Hacer lo que toca cada día, sin complicaciones innecesarias y con el mínimo esfuerzo, siguiendo el flujo de la naturaleza, con humor. 

Ha sido fascinante observar cómo aplicaba esta filosofía en cada paso que daba.

Un paseo

En nuestra ruta por sus tierras me ha explicado detalladamente:

Por qué arrancaba algunas ramas y las dejaba en el suelo para amortiguar las corrientes de agua. 

Otras, aun estando rotas, no las cortaba, ya que la savia seguía fluyendo y la rama aún daba sus frutos;

Me ha presentado a vecinos y personas de otras culturas, siendo testigo de como comparten los recursos y se ayudan entre ellos.

He entendido su equilibrado y educado ecosistema e incluso me ha explicado como piensan los animales…

Pero lo más impactante para mí ha sido su intenso foco en la observación. 

Ve más despacio

Este paseo me ha hecho reflexionar sobre nuestra acelerada vida cotidiana, donde rara vez nos tomamos el tiempo para ir despacio y comprender los pequeños detalles que a menudo pasamos por alto.

Observar implica mirar y esperar, sin analizar de inmediato, sin buscar un resultado.

Ocurre cuando algo frente a tus ojos se conecta y te brinda una pista muy clara de algo que tenías delante pero no comprendías.

Observa las pistas

Te animo a que te tomes un momento para observar lo que te ha ocurrido a ti o ha pasado delante de ti.

Echa un vistazo a tus fotos de hace un año,

Revisa tu cuenta corriente,

Haz memoria de las personas que has tenido en tu equipo,

Da un paseo alrededor de tu negocio u oficina,

Investiga sobre ti mismo en Internet,

Habla con tus amigos, familiares, vecinos o competidores,

Recuerda los problemas y aciertos, que has tenido.

Deja que pase el tiempo

Siéntate, mira y observa… dejando que el tiempo pase sin prisas.

Pero recuerda hacerlo con perspectiva, mirando hacia dónde han ido las cosas, qué rastro han dejado y que pistas te están dando.

Todo fluye en ciclos, igual que el agua cuando llueve.

Tómate el tiempo necesario para ver lo que ha ocurrido y para entender por qué caminos podrían ir las cosas cuando vuelvan a suceder.

La sabiduría de la observación puede revelar valiosas lecciones y oportunidades.

Muchas gracias Martí, por compartir tu tiempo y observaciones conmigo.

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RAFEL LLEVAT .com · Executive Thinker

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