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RAFEL LLEVAT

Cómo ganar sin tener razón

Diariamente, nos quejamos y tal vez mencionamos a muchos familiares de terceros por cosas en las que muy probablemente tengamos mucho más que la razón:

Un…
… conductor que cruza recto una rotonda,
… plato que nos llega frío,
… recibo que nos han devuelto,
… trabajador se pone de baja en el peor momento,
… un político que nos cambia una ley que nos afecta,
… un paquete que no llega.

En muchas cosas tienes razón, la culpa es de los demás.

Peeeero…

Vamos a intentar cambiar el UN conflicto por UNA…

UNA mejor solución.

El cliente y sus razones

Hay un dicho muy sabio que luce en muchos de los 285.000 puntos de abastecimiento del país (los bares) que dice:

“El cliente siempre tiene la razón”

Y otras dicen que el cliente:
no atiende a razones,
cree siempre tener la razón,
puede joder aún sin razón,
a veces pierde la razón,
y siempre tiene una buena razón.

Pero esto es como la biblia, no hay que leerla solo literalmente. Hay que interpretarla y comprender dónde está la sabiduría de esta frase.

Realmente no quiere decir que el cliente tiene la razón intelectual, sino que le demos la razón “emocional”.

No discutir y darle la razón puede ser una buena estrategia, para poder avanzar, solucionar el problema y salir reforzados.

Confundir razón con justicia

Muchas veces, confundimos tener la razón con la justicia, y si por alguna razón has tenido que pasar por algún juzgado, ya sabes que una cosa no va necesariamente ligada a la otra.

Podemos quedarnos muchos años teniendo la razón, pero tal vez eso sea una cosa que realmente no nos interese o beneficie directamente.

He visto parientes no hablarse durante una vida entera por una razón, y al acabarse la vida arrepentirse por haber tenido la razón.

Ser el “culpable” te da libertad de movimientos

Tal vez, podemos hacer un giro más práctico al tema.

Si decimos que el otro tiene la razón (aunque en el fondo no la tenga al 100%) va a desbloquear la situación emocionalmente.

Recordemos que todas las acciones (compras, tratos, acuerdos) son motivadas por las emociones.

Va a relajar el conflicto y además nos dará la oportunidad de poder darle la vuelta al tema.

Lo importante no es tener la razón, es tener UNA solución (o varias).

Si el otro tiene la culpa, nos convertimos automáticamente en víctimas, perdemos el poder. Quedamos a la espera de que el otro lo solucione, de que nos reconozca, nos vea y nos escuche.
 

Dentro de un año

«El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra». Todos tenemos la capacidad humana de cometer los mismos errores una y otra vez, incluso después de haber aprendido la lección.

Si hay un tema que te produzca tensión, piensa en qué importancia tendrá esto dentro de un año o en tu existencia.

Si aun así te cuesta afrontar el tema, reflexiona sobre la siguiente palabra.

Perdonar

La palabra «perdonar» proviene del latín «perdonare», que significa literalmente «dar por donado», es decir, renunciar a algo que se tiene derecho a exigir.

En el contexto del perdón, significa liberar a alguien de una deuda o culpa, renunciando al castigo o la venganza que se podría esperar por su acción.

Siente si en ese momento te aporta más utilizar la acción que proviene de esa palabra y cómo te sienta eso.

Sé proactivo en los conflictos que ocurran en tu vida, sea con un cliente, un pariente o un desconocido.

Te dará el poder de mejorar lo que de verdad importa, tu propia vida.

RAFEL LLEVAT .com · Executive Thinker

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